Dos hombres, de 72 y 69 años, fueron engañados por dos mujeres, con quienes comenzaron a charlar por Facebook hasta que mantuvieron una serie de encuentros que utilizaron las “viudas negras” para emboscarlos junto a otros delincuentes y desvalijarles la casa.

Las viudas negras, de 25 y 41 años, y el resto de la banda eran comandados por un preso desde la Unidad Penal XV de Batán, quien comenzaba las charlas por Facebook con las víctimas bajo el perfil falso de Sheila G. y, tras acordar un encuentro, mandaba a alguna de las mujeres para engañar al hombre.

El primero de los hechos ocurrió a principios de marzo. C.E.M.J., de 72 años e hipo acústico, había comenzado a hablar con una mujer por Facebook y habían quedado en verse, en salir a cenar. De esta manera, el 3 de marzo a las 21, el hombre fue a buscar a su cita a Irala al 11130 y cuando la mujer se disponía a ingresar al auto, la víctima fue abordada por dos delincuentes, quienes lo ataron en el vehículo.

La víctima estaba totalmente sometida por los delincuentes, quienes le acercaron un teléfono celular desde donde hablaba otro hombre, que le exigía la dirección de su casa. El hombre no tuvo más opción que acceder a las exigencias y fue con los asaltantes hasta la vivienda de Estrada al 6100, donde resulta ser el casero. Allí le robaron electrodomésticos, $7000, un teléfono Samsung J5, herramientas de electricista y su camioneta Peugeot Partner.

Una vez que se fueron de su casa y se sintió seguro, el hombre se liberó de sus ataduras y pidió auxilio.

El siguiente episodio tuvo una mayor logística. La víctima, identificada como G.D.F. de 69 años, primero había hablado por Facebook con E.V.A.(41) y había tenido una serie de encuentros, en los que entre charlas le contó intimidades, como el barrio dónde vivía, personas allegadas, familiares y bienes que poseía. Esta información la mujer se la brindó al líder de la banda, quien desde la Unidad Penal XV de Batán trazó el plan.

El preso, y líder de las viudas negras, utilizó el perfil falso en Facebook de Sheila G. para contactar a G.D.F. y comenzar a seducirlo. Una vez ganó su confianza, acordó un encuentro por Whatsapp, al que iba a ir A.K.A.(25), la otra de las mujeres de la banda.

El 22 de marzo, G.D.F condujo su Renault Duster y pasó a buscar a quien pensaba que era Sheila G. a Juan B. Justo y Estado de Israel. Allí, la joven de 25 años se subió al vehículo y le pidió que la llevara primero a la casa de su hermana, en Scarpatti y Solís, a lo que el hombre accedió.

Al llegar a ese lugar, la joven le apagó el motor del rodado y en ese contexto el hombre fue sorprendido por tres delincuentes armados, quienes lo redujeron y lo llevaron hasta su propia casa, en Florencio Sánchez al 900. Estacionaron la camioneta en el garaje y lo obligaron a ingresar al lugar, donde lo ataron.

Con la víctima indefensa, los asaltantes se llevaron un televisor, la computadora de las cámaras de vigilancia, tres riles de pesca, celular y 200.000 pesos. El robo terminó abruptamente ya que, según trascendió, uno de los ladrones accionó por error la alarma de la casa y empezó a sonar.

Cuando la víctima vio que era seguro, se zafó de las sábanas con las que había sido atada y fue hasta la comisaría para radicar la denuncia. Horas más tardes su camioneta fue hallada en calle 101 y 124 del barrio El Colmenar de Batán.

Investigación

Estos hechos fueron investigados por el fiscal Mariano Moyano, con la colaboración del personal de la Dirección Deparamental de Investigaciones y del Gabinete de Robo de Viviendas, quienes ante las similitudes de los casos sospecharon que se trataban de la misma banda.

En basa a tareas de inteligencia, análisis de cámaras, escuchas telefónicas y el resto de la prueba recolectada por la DDI, el fiscal Moyano pudo solicitar a la Justicia de Garantías las órdenes de detención para cuatro integrantes de la banda: el líder que operaba desde la cárcel de Batán, las dos viudas negras y otro hombre. (LA capital)