La inactividad en los adultos mayores luego de jubilarse genera una gran cantidad de tiempo libre que en muchos casos no se sabe gestionar. Esto conlleva al sedentarismo, dificultades motrices, pérdida del autoestima y aislamiento social, distintos hábitos que pueden descontrolar su reloj de vida cotidiana. Los talleres que ofrece la Asociación de jubilados “San José” y gracias al interés de sus socios por adentrarse en nuevas actividades, son un vehículo para establecer una primera toma de contacto con mundos que no habían explorado antes. El aumento de la autoestima, el fortalecimiento de la memoria, el mantener la forma física o la socialización son algunos de los múltiples beneficios que traen consigo las actividades que se encuentran en los diferentes talleres destinados a personas mayores.

LA ESTIMULACIÓN COGNITIVA EN ADULTOS

Uno de los talleres más concurridos por los socios es el de estimulación de la memoria, se trata de un espacio en el que se desarrollan diversas actividades, juegos y ejercicios con el objetivo de favorecer el mantenimiento de las funciones cognitivas y frenar el avance de la pérdida de memoria en algunos casos. “Las actividades van desde ejercicios de cálculo, hasta lenguaje o razonamiento, no se puede trabajar solo la memoria aislada, sino que va acompañada de otras funciones. Siempre lo hacemos mediante el juego, lo lúdico cumple un papel importante para que ellos estén más motivados”, indicó Fernanda Losada, Licenciada en Terapia Ocupacional.

Fernanda da talleres de estimulación cognitiva desde hace 8 años, “en aquel momento tenía un consultorio y mi taller particular. La Asociación de Jubilados se enteró y me llamó y desde ese momento estoy con ellos dando mis talleres”, relató. Los talleres se dictan todos los lunes de 14.30 a 16.30. El abono mensual es de 4.000 pesos para los no socios y 3.000 para los socios. Las inscripciones se realizan en la misma sede de la Asociación ubicada en calle 18 entre 23 y 25, Nro. 820.

MEJORAR LA CALIDAD DE VIDA

“Las actividades son un beneficio no solo para mejorar las funciones cognitivas o cerebrales, sino también para retrasar el deterioro de las capacidades para llegar a un envejecimiento más activo, mejorar el autoestima y potenciar la autonomía de los quehaceres diarios. Son personas que quizás viven solas pero van al taller, se hacen amigos, arman grupos de Whatsapp para organizar un café entre ellos. No todo se queda en el grupo de memoria, sino que lo llevan a su día a día, les mejora la calidad de vida”, destacó la licenciada.

A veces se trabaja de forma individual, a veces en parejas o en grupos. Este año el grupo está alcanzando los 52 integrantes, que van desde los 60 años hasta los 93. “Son tantas personas que tenemos que modificar la planificación de las actividades para que todos estén ocupados y evitar distracciones”, señaló la terapeuta. “En algunos casos se trabaja más particular, por ejemplo con personas que tienen pérdida de memoria o Alzheimer, cuando estamos en grupo me pongo cerca de ellos para guiarlos porque quedan aislados y esa no es la idea”, agregó.

“La idea es que todos los que participan en los talleres estén siempre en movimiento, no se trata de estar siempre sentados en una silla desarrollando cierta actividad, o reunidos en ronda. Las actividades de movimiento los desinhibe porque a veces cuesta levantarse de la silla, siempre quiero que haya dinámica, se distienden, cantan, se divierten. Hay mucha gente que viene con problemas y con el taller la pasan bien y se desconectan de todo”, concluyó .

LA COCINA COMO TERAPIA INTEGRAL

Los talleres de cocina nutren a los adultos mayores a nivel emocional, psicológico y social. Este tipo de actividades fomenta la creatividad ofreciendo muchas ventajas terapéuticas, estimulando las habilidades sociales, puesto que se realizan en grupo, y la confianza en uno mismo gracias a la satisfacción de cumplir objetivos.

“El taller de cocina comenzó hace solo un mes y medio, se realiza todos los viernes de 13.30 a 16 en la sede de la Asociación. Los talleres son bastante extensos, en la cocina tenemos tiempo para charlar y distendernos. Yo les llevo las recetas y ellos las hacen, en cada intervalo en donde esperamos a que la masa descanse tomamos mates, hablamos de nuestras cosas, nos reímos, se hace muy divertido”, remarcó Norma Rodríguez, la repostera encargada de dar los cursos de cocina.

Norma dicta talleres de cocina desde hace seis años, a su vez trabaja en el CIC1 dependiente de Desarrollo Social, dando clases a alumnas y alumnos que buscan el día de mañana comenzar un emprendimiento gastro-nómico. “A la Asociación llegue por medio del taller de gimnasia, la comisión al conocer acerca de mi trabajo en talleres de cocina, me propuso trabajar en el club”.

PENSANDO EN NUEVOS PROYECTOS

Para Norma este tipo de talleres apuesta por los beneficios terapéuticos que ofrece la cocina. A muchas personas mayores les permite ejercitar una de sus aficiones o un hábito que formaba parte de la vida doméstica y así exprimir sus beneficios. “Si bien todas ya vienen con conocimientos de cocina hay técnicas que no todos saben y está bueno aprenderlas, con el tiempo las vamos puliendo”, expresó.

Este tipo de talleres además les brinda la posibilidad tanto a Norma como a sus alumnas, de asociar ciertos platos o postres a eventos culturales importantes para ellos. “Todas las semanas surgen nuevos proyectos, de hecho el próximo fin de semana se va a realizar una cena de amigos. Ahí armamos un buffet con comida elaborada por nosotros, con pizzas, tartas de coco, alfajores y demás. Lo recaudado se destina al club y también a los alumnos del taller de cocina, de esa manera sustentamos todos los gastos en ingredientes. Y también es una salida laboral, quizás alguien probó los alfajores y le piden a las chicas para comprar”.

UN LUGAR DE DISTENSIÓN

“Es un grupo lindo, porque además de trabajar en la cocina pasamos la tardejuntos, nos distendemos, charlamos. En las clases de cocina somos ocho, más ya se hace complicado porque los talleres de cocina son prácticamente personalizados, por un tema de tiempos no puedo tener muchas más alumnas. Sin embargo Norma indicó que la inscripción sigue abierta para aquellos socios del "San José" que quieran incursionar en la cocina, “donde cocinan ocho cocinan nueve”, expresó.

“El taller está orientado a la repostería, pero también vamos cumpliendo los pedidos que se hagan desde la Asociación para los almuerzos o alguna fiesta, como pizzas o empanadas. Para el almuerzo aniversario, que se va a hacer a mitad de año, queremos hacer un postre que lleve el nombre de “San José”, siempre estamos pensando en nuevos proyectos. Este tipo de talleres ayudan a que los mayores salgan de su casa y estén con la cabeza ocupada, y además la pasamos bien”, finalizó Norma.

El próximo domingo 28 se llevará a cabo en la sede un encuentro de amigos, con entrada gratuita, que comenzará a partir de las 18. Con servicio de cantina y musicalización de un DJ. Además, la Comisión trabaja para que el 23 de junio se realice el almuerzo anual.

OTRAS ACTIVIDADES

Además de los dos talleres mencionados, hay otros cinco que completan el cronograma semanal de actividades de la Asociación de Jubilados “San José”. El de Técnica en Moldería y Costura, los lunes a las 14.30. Los martes, Crochet a las 15 y Tecnología a las 15.30. Los jueves Gimnasia a las 17.10 y Folclore a las 18. Además de un taller que se agregó últimamente, Yoga Terapéutica, los días martes y jueves de 8.30 a 10.