Juan Rodríguez y Andrea Klausen se ausentaron para pasar las fiestas en otra localidad sin sospechar que la celebración se vería opacada por una desagradable novedad.

Desconocidos aprovecharon la momentánea ausencia del matrimonio para ingresar a la vivienda, generar importantes destrozos y robar diversos elementos.

En la mañana de ayer, una persona allegada a la familia fue quien, sabiendo de la ausencia del matrimonio, se vio sorprendida al ver una de las ventanas del frente de la casa abierta.

Poco después se pudo constatar que se había producido un hecho delictivo.

La poco grata noticia obligó a Rodríguez a adelantar su regreso y en la tarde de ayer, una vez radicada la denuncia y mientras personal de la Policía Científica trabajaba en el interior de la vivienda en procura de obtener datos que permitieran avanzar en la investigación, dialogó con El Diario brindando detalles de lo ocurrido.

Según narró, el o los malvivientes entraron al patio de la casa desde el terreno lindero donde hay una vivienda abandonada a medio construir. Lo llamativo es que el paredón con puntas de hierro en su parte superior, lugar se supone sería un impedimento para los delincuentes.

No sirvió de nada. Los desconocidos superaron ese escollo y una vez en el patio, el siguiente paso fue desconectar el sistema de alarma y la línea telefónica.

Violentaron luego una persiana de madera y rompieron el vidrio de una ventana balcón del dormitorio principal para iniciar su "trabajo".

El desorden generado en ese como en el resto de los ambientes fue descomunal. Cajones tirados por todos lados, ropa y todo tipo de elementos desparramados, adornos y otros objetos rotos y esparcidos por el piso brindaban una dolorosa imagen de lo que los delincuentes fueron dejando tras su paso, para finalmente abrir una ventana del frente de la casa y escapar.

En principio, los elementos faltantes fueron un TV de 40 pulgadas, una Laptop ACER de 18 pulgadas y una HP de 16 pulgadas y un reloj Movado.

Rodríguez no descartó que la lista de faltantes pudiera ampliarse ya que eso fue lo que a primera vista notaron que había "desaparecido".

Al empezar a ordenar, tarea con la que iban a comenzar tras la labor de los peritos policiales, tendrían una noción más completa de lo sustraído.

PREOCUPACION

Más allá del dolor y la indignación por lo sucedido, Andrea Klausen y Juan Rodríguez manifestaron su preocupación por el abandono que hay en el terreno de la esquina de calle 27 y avenida Dorrego.

Un alto pastizal y una vivienda hace años abandonada a medio construir, en medio de un terreno de libre acceso brindan un espacio "ideal" para guarecerse para todo el que desee hacerlo, dando a la vez facilidades para poder desde allí llegar con comodidad a muchas de las viviendas de la manzana.