Recomendaciones para lograr un mayor rendimiento en maíz tardío

Recomendaciones para lograr un mayor rendimiento en maíz tardío

En el marco de la celebración de su 25° aniversario, Nutrien Ag Solutions, empresa líder en soluciones agronómicas innovadoras que posee uno de sus agrocentros en nuestra ciudad, organizó la Charla Virtual «Genética + nutrición + tecnología = Mayor rendimiento para maíz tardío», en la cual presentó su propuesta integral para la campaña de maíz tardío bajo el lema de «Liderá tu lote», apuntando a que el productor pueda optimizar genética, nutrición y tecnología para alcanzar más rendimientos en este cultivo.

El director general de Nutrien Ag Solutions para Argentina, Chile y Uruguay, Miguel Morley, resaltó que la compañía cubre todas las necesidades del productor con soluciones para la nutrición y protección de cultivos, semillas y aplicación de fertilizantes, así como también servicios y asesoramiento agronómico y distintas plataformas digitales.

«Llegamos a la Argentina en 1995 y transcurrimos por todo tipo de circunstancias, siempre haciendo honor a nuestro propósito de ‘Cultivando nuestro mundo con base en la tierra’, generando crecimiento y colaborando en la provisión alimentos de manera se puede captar una rentabilidad importante», señaló.

Recomendaciones

A la hora de una recomendación por nutriente, García definió al nitrógeno (N) como «un constructor de rindes», cuya demanda es de 20-22 kilos para lograr una tonelada de rinde (30-32 kg/N en el suelo) y marcó que es importante medir la disponibilidad de N a la siembra, la cual debe ser de 250 kg/N/ha, dosis que se debe ajustar midiendo también la capacidad de mineralización del suelo y el aporte del cultivo antecesor.

«Para construir rendimiento con N hay que darle un buen cimiento: el fósforo (P)». García apuntó que «en términos generales, para maíz el P debería estar de 10 a 12 partes por millón para arriba para no tener limitaciones». Y remarcó que «hay que tenerlo en cuenta pensando en la rotación».   

En el caso del azufre (S), lo definió como el mineral que «da un plus de rendimiento». Las ‘pautas’ para decidir su aplicación son: la necesidad de un ‘apoyo’ en el análisis de suelo en los primeros 20 cm y en la capacidad de mineralización, y ver si las napas tienen sulfato.

García señaló que el zinc (Zn) y el boro son micronutrientes que también presentan deficiencias. «En función del análisis de suelo, al igual que para el fósforo, tenemos una alta probabilidad de respuesta a la aplicación de zinc cuando el análisis está por debajo de 1 ppm».