«Lograr una victoria es alcanzar la gloria, pero que lo logre un hijo es abrazarla»
La consagración de Diego Ciantini en el TC Pista este domingo en Neuquén tuvo una ausencia notoria en la previa y en los festejos inmediatos, ya que su papá no pudo estar presente debido a la suspensión que acarrea por parte de la Asociación Corredores de Turismo Carretera (ACTC) tras un incidente en la competencia de Concordia, aunque ello se subsanó a la llegada a Balcarce del flamante campeón, donde el propio «Bocha» fue uno más dentro de los que se acercaron a recibirlo y acompañarlo en la caravana.
Momentos posteriores al abrazo que en avenidas Centenario y Cereijo se dieron padre e hijo y que parecía que no terminaba más, el ex piloto de TC habló sobre el título conseguido: «esto es increíble, la verdad que una alegría enorme por él. Nos costó sufrirla mucho viéndola desde afuera todas estas fechas, pero muy contento, agradecido y muy feliz. No es algo que se da todos los días. Como alguien dijo alguna vez: lograr una victoria es alcanzar la gloria, pero que lo logre un hijo es abrazarla. Así que de verdad muy feliz».
LOGROS EN DOS TEMPORADAS
El «Chino» Ciantini, en lo que significó su segundo año en la categoría, con el Chevrolet del JP Carrera alcanzó en total seis podios y dos victorias que lo llevaron a ser el campeón de la temporada del TC Pista. Como dato, cabe citar que posibilitó que nuevamente un Chevrolet se adueñara del máximo lauro, tras cinco años de sequía, siendo Camilo Echevarría en 2014 el último que lo había obtenido.
Su padre, sumamente contento y también muy emocionado, a la hora de la carrera estaba embargado por un cúmulo de sensaciones, ya que tuvo que seguirla por televisión. «Fue muy difícil, es una situación que no se la deseo a nadie, es muy angustiante y sentí que Diego me necesitaba, que fui parte, que esa experiencia que había hecho en tantos años de automovilismo era importante para este momento, creo que lo podía ayudar, tranquilizar. Pero corrió como un campeón e hizo una muy buena carrera», destacó.
Asimismo, se hizo un espacio para analizar lo que fue la competencia final de la divisional en el trazado neuquino, reconociendo las aptitudes de los rivales de sus hijos y también la actitud de uno de ellos. En ese sentido, manifestó que «Jako hizo lo que tenía que hacer, Agrelo también y sobre todo Todino corrió muy bien, porque venía seguramente con más posibilidades de pasar a Diego pero respetó lo que se estaba jugando y me parece que eso estuvo bien, que fue una definición limpia. Obviamente que uno siempre tiene las dudas y el miedo que alguna situación injusta o atípica aparezca, pero por suerte se dio todo como queríamos y se logró el campeonato».
ESTABA MAS QUE CLARO
En la previa a la final del TC Pista en Neuquén seguramente hubo comunicación entre José y Diego Ciantini, una charla padre e hijo en la que cuestiones anímicas, deportivas, consejos y porque no alguna lágrima haya caído.
Es que la gloria estaba a la vuelta de la esquina, había que ir a buscarla y otros también pugnaban por ella. Pero según se desprende del testimonio del «Bocha», Diego tenía más que claro todas las circunstancias que rodeaban la antesala de la definición y ello lo plasmó luego en pista.
«Hablamos todos los días y durante mucho tiempo, él ya sabía cuál era el objetivo, después de la serie ya sabíamos cómo tenía que terminar para poder llegar y consagrarse. Ya tenía en su cabeza hasta donde tenía que arriesgar y cuál era la posición que le servía», contó.
AL TURISMO CARRETERA
Con su consagración este domingo en Neuqeuén, Diego Ciantini además de adjudicarse el título en el TC Pista consiguió el pase para poder participar en la temporada 2020 en el Turismo Carretera, al igual que lo hizo Marcelo Agrelo.
Así tratará de seguir los pasos de sus padres, que durante dos décadas estuvo en la máxima categoría y se dio el gusto de ganar en tres ocasiones, dos en Buenos Aires y la restante en Río Cuarto. Corrió con Dodge y Chevrolet, ganándose un lugar de respeto entre los pilotos de su época. Ahora su descendiente intentará hacerse camino, sabiendo que además de las condiciones de manejo propias que posee cuenta con el respaldo de alguien que estuvo casi veinte años en las pistas teceistas, un apoyo que no todos los pilotos poseen.