Una imagen que duele; un reclamo desoído (o desatendido)

Una imagen que duele; un reclamo desoído (o desatendido)

En el mes de marzo de 2019 desde el arco opositor del Concejo Deliberante se presentó  una Comunicación reclamando por el mal estado en que quedó el empedrado de la plaza Libertad que fue levantado para el paso de los caños de ampliación de la red del gasoducto y luego recolocado.

Por entonces se notaba un pronunciado desnivel.  El pedido, pese a haberse aprobado por unanimidad no tuvo respuesta material y el estado del adoquinado se fue agravando.

El  miércoles 8 de julio último, se reiteró el mismo pedido, también aprobado por la totalidad del cuerpo para que se exigiera a la empresa que hizo la obra  que repare debidamente el trabajo a todas luces mal hecho.

El domingo ésta era la triste imagen del principal paseo público de la ciudad y  del triste estado en que se encuentra el histórico empedrado, con partes hundidas que se transforman en charcos tras las lluvias mientras en otros sectores comienzan a ser invadidos por el pasto, marcando el lugar por donde pasaron los caños. Una pena.