¿Qué hacemos con las pilas en desuso?

¿Qué hacemos con las pilas en desuso?

Hace un tiempo desde estas páginas se hizo referencia a la incertidumbre que se genera respecto al destino a darle a las pilas en desuso y el tema vuelve a ser abordado ante la falta de novedades en torno al tema.

Las pilas juegan un papel preponderante en nuestra actividad cotidiana. Nos brindan su valioso aporte en diferentes facetas y se constituyen en un aliado de vital importancia.

Pero todo lo bueno que nos aportan durante su vida útil, pasa a transformarse en un problema cuando su carga llegó al final y hay que descartarlas, principalmente teniendo en consideración el alto impacto nocivo que por las características de sus componentes le provocan al medio ambiente.

Hace un tiempo esta situación encontraba un canal de solución desde la Cooperativa de Electricidad, cuando la entidad puso en marcha un proceso que permitía desechar las pilas a través de una labor que se llevaba adelante desde el ámbito de la fábrica de postes. En el marco de esta acción precisamente se habían colocado recipientes en la sede de la Cooperativa y en algunos comercios para que los vecinos depositaran allí las pilas sin carga.

Este proceso se concretó durante un tiempo pero llegó a su término y en consecuencia ya la Cooperativa no recepciona estos elementos. Los vecinos y los comerciantes se encuentran entonces frente a la duda de qué hacer con las pilas en desuso y en la mayoría de los casos la opción es colocarlas en las bolsas de residuos domiciliarias, al no encontrar otro camino de solución.

Según la Ley Nº 24.051, los residuos electrónicos como las pilas y las baterías agotadas son considerados legalmente como «residuos peligrosos universales», una característica que establece que los desechos compuestos por elementos de riesgo para la salud, deben recibir una recolección diferenciada de los residuos sólidos urbanos.

Desde el ámbito municipal en conjunto con la empresa prestadora del servicio de higiene urbana debería coordinarse una metodología para que la comunidad pueda depositar pilas de cualquier variedad y que una situación que parece menor, como lo es una pila sin carga, no se transforme en un grave ataque a la ecología por carecer de una actividad organizada para su deshecho.

Hasta ahora el Ejecutivo nada ha informado oficialmente al respecto. Podría el Legislativo tomar nota y colaborar con la gestación de algún proyecto que permita avanzar hacia una solución para esta cuestión.