Poblet: «No estamos pidiendo ningún tipo de mejora, lo que pedimos es no caer más abajo»

Poblet: «No estamos pidiendo ningún tipo de mejora, lo que pedimos es no caer más abajo»

Gimaray, Bruschetti y Poblet durante el encuentro con los medios

Nada nuevo bajo el sol. A pocos días del inicio del ciclo lectivo salen a relucir las diferencias entre el Gobierno y los gremios docentes que ponen en vilo el normal comienzo de las clases.

Más allá de los fundamentos que surgen de uno y otro lado, las diferencias generan inquietud en la comunidad que se ve en medio de una puja casi eterna, una batalla en la que se disparan «verdades» contra «mentiras» unos a otros mientras procuran acercar posiciones.

El «tire y afloje» es ya un clásico. Es parte insalvable de las «negociaciones».Todo pasa por ver hasta donde puede cada sector tirar de la cuerda sin que esta se corte.

El escenario hoy, no difiere en mucho del de años anteriores. Una oferta inicial del Gobierno que está lejos de las pretensiones de los gremios en el comienzo de la puja.

Era por demás previsible.

Pero en este caso se suman además otros «condimentos» que ensombrecen aún más el panorama.

Así lo destacaron en la mañana de ayer los representantes del SUTEBA local Marcelo Bruschetti y Armando Poblet, acompañados por Sandra Gimaray, referente de UDOCBA.

El temor ante la «optimización»

«Estamos preocupados no solo por lo que está pasado a nivel provincial sino además por lo que sucede a nivel local. Preocupa y mucho como se está manejando el gobierno provincial, de manera «in voce», es decir, sin firmar, enviando directivas que llegan a Inspección, las que son difíciles de cumplir y que comprometen a los puestos de trabajo, a cursos y escuelas», precisó Bruschetti añadiendo que el jueves elevaron una nota a la inspectora distrital «pidiendo que nos informe sobre esta supuesta resolución que sabemos que por abajo la están trabajando sobre lo que llaman «optimización». No tenemos nada escrito no hay firma de nadie y esa «optimización» significa que se van a cerrar cantidad de cursos en Balcarce, van a quedar docentes sin sus trabajos y alumnos atendidos de manera muy precaria en las aulas ya que están tratando de fusionar cursos y que haya más alumnos por aula».

El titular del SUTEBA hacía de este modo referencia a lo que aún no está formalizado sobre determinados ajustes que pretendería realizar Provincia.

«Nos preocupa el modus operandi ya que no hay nada escrito y no podemos reclamar legalmente nada. Queremos saber el criterio que se utiliza para cerrar esos cursos. Esto nos parece sumamente grave, agregó.

Bruschetti aclaró que si bien no hay certeza de todo lo que comentó esté ya en marcha y que se tenga conocimiento certero de cierre de cursos y/o desplazamientos de docentes, saben sí que se están citando directivos. «Algunos han tenido que ir a Inspección. Están pidiendo informes».

Al respecto Gimaray sumó que «en muchas escuelas los docentes que empezaron a trabajar el miércoles pasado salieron a hacer rastrillajes, a buscar alumnos, y muchas escuelas han recuperado algo de matrícula porque lo que ellos tienen en la mira es la falta de matrícula pero hay un mínimo que tiene que tener el docente», agregando que «es sabido que cuando se fusionan cursos un docente tiene que estar preparado para preparar tareas de un multi-año, lo que de deriva en una menor calidad educativa, por lo que si fusionamos cursos, por un lado quitamos fuentes laborales y por otro precarizamos la educación.

A la vez, Armando Poblet ejemplificó que cerrar una escuela rural donde hay cinco o seis chicos, significa que haya chicos que debían recorrer cuatro o cinco kilómetros para llegar a la escuela y de pronto se encuentran con que el único servicio que tienen es a 60 o 70 kilómetros y entonces en realidad se crea una situación de vulnerabilidad de los derechos de los chicos y de los trabajadores».

Ante dichas explicaciones Diario consultó sobre la existencia de alumnos «de palo», denominación utilizada durante años entre bambalinas para hacer referencia a estudiantes «inexistentes» que se anotaban para aumentar la matrícula, evitar cierre de salas o impulsar la apertura de nuevas, o incluso para mantener abiertas escuelas en la zona rural cuando la situación se tornaba complicada por escasez de estudiantes.

La reacción de los educadores fue inmediata: «En Balcarce no hay denuncia s al respecto, Hoy hay un gran seguimiento de matrícula con el CUIL del alumno. Incluso desde las escuelas se sale a buscar al alumno que falta; de manera especial en la secundaria que es obligatoria. Se hace un seguimiento de los alumnos que no van», urgieron en aclarar.

Poblet, retomando el tema de la «optimización» agregó que «lo que está ocurriendo hay que enmarcarlo en el ajuste que está sufriendo el sistema educativo. Lo que estamos viendo es que esto es en el esquema de un contexto mayor de una situación de ajuste.