Modelo exitoso de rescate y distribución

Modelo exitoso de rescate y distribución

Las estadísticas oficiales señalan que la Argentina, producto de la recesión en la que se encontraba inmersa desde 2018 y que se incrementó durante el aislamiento por la pandemia del Covid-19 a partir de marzo del año pasado, tiene un índice de pobreza que supera el 40%. Esto significa que millones de familias se encuentran en estado de vulnerabilidad en materia, por ejemplo, de nutrición y alimentación.

Pero dentro de esas alarmantes cifras, existen cientos de instituciones solidarias sin fines de lucro a lo largo y ancho del país que trabajan incansablemente para poder brindar un plato de comida a quienes más lo necesitan y/o acercar la materia prima para su elaboración. Un ejemplo de ello es la Red Argentina de Bancos de Alimentos.

Uno de los 25 bancos que funcionan actualmente en el país se encuentra en Balcarce y es presidido por Javier Fornieles. En 2019 tuvo un rol preponderante en todo el país, que mereció múltiples elogios por la capacidad operativa para dar respuesta, porque sus integrantes y voluntarios fueron los responsables de tener que coordinar la distribución de 10 millones de kilos de papa que fueron donados por la multinacional McCain a decenas de destinos, además de asistir a más de una veintena de instituciones locales con alimentos, entre otras acciones como la del acopio, clasificación, preparación y distribución de los bolsones.

Quizás haya quienes no conozcan la verdadera historia que hay detrás de las escenas cotidianas que se registran en comederos, merenderos e instituciones que tienen como misión, entre otras, combatir las necesidades alimentarias. Aprovechando la situación que nace a partir del desperdicio, que no se vea alterado o bien por excedente de un producto estacional, y termina con la recuperación de éstos es que los bancos de alimentos pueden acercar ayuda para mitigar la problemática.

En definitiva, la solidaridad es el engranaje principal que mueve la rueda de cada banco de alimentos en su rol de intermediario.

Después de un impasse durante enero, el Banco de Alimentos local ya está funcionando a pleno nuevamente a punto tal que ya distribuyó 23 mil kilos de alimentos a 20 entidades, lo que equivale a atender a unas 1.800 personas. Así lo manifestó el actual vicepresidente del Banco de Alimentos local, Fernando Mendoza, y director ejecutivo de la Red Argentina.

SUMAR VOLUNTADES

«Detrás de esto hay un gran trabajo de los voluntarios», resaltó pero al mismo tiempo consideró que es primordial sumar más colaboradores. «Queremos que aquel que le guste lo que hacemos y se siente bien dando una mano, ayudando al que tiene necesidades, se acerque como voluntario para clasificar y/o repartir alimentos. Pero también necesitamos del respaldo de trabajadoras sociales para que puedan apuntalar la tarea que se lleva adelante haciendo relevamientos y censos, como también de aquellos que manejen redes sociales para difundir las actividades. Todo suma porque esto es todo a pulmón. Muchos que hagan un poco es muy bueno. Es una labor gratificante y quien se involucre no se va a arrepentir», dijo convencido a El Diario.

- ¿En la credibilidad que tienen los bancos de alimentos está la explicación del éxito de esta propuesta solidaria?

- Una de las principales premisas es que haya una trazabilidad para defender al donante. Las empresas se quieren asegurar que su producto llegue en condiciones al final de la cadena. Y para ello debemos garantizar esa trazabilidad desde el rescate a la entrega del producto a las organizaciones para que llegue a quienes lo necesitan. Esta es la razón por la cual muchas empresas eligen a la Red y a los Bancos de Alimentos. Saben de esto y ven que es nuestra forma de trabajo que incluye buenas prácticas de manipulación de alimentos y la colaboración de nutricionistas.

- Crece el número de empresas que se interesan por sumarse a la tarea que lleva adelante la Red?

- Si, felizmente. La Red Argentina de Bancos de Alimentos está muy bien vista y eso hace que se generen nuevos contactos con empresas que quieren hacer donaciones. Por ejemplo, Arcor quiere entregarnos activos fijos como computadoras y balanzas. Además trabajamos mancomunadamente con países limítrofes. Estamos bien organizados y de todo lo que se hace, se rinden cuentas. Eso da seguridad y genera confianza en los donantes.

Un banco que crece

La demanda, por un lado, y la respuesta que se obtiene, por el otro, hacen que el Banco de Alimentos Balcarce vaya creciendo para atender las necesidades. Ya cuenta con un vehículo propio para el traslado de la mercadería y también de una cámara de frío. «Estamos a punto de iniciar una campaña para procurar obtener donaciones de ganado en pie para posteriormente faenarlo y poder distribuir carne. Al mismo tiempo continuamos recibiendo donaciones de alimentos y también de otros artículos que pueden ser de limpieza. Todo suma», contó Mendoza.

Pero todo este trabajo, entiende el entrevistado, es necesario que se conozca. «Esta acción se hace con voluntarios. Queremos que la gente sepa lo que se hace, e insisto, que se sume al proyecto. No todo pasa por la donación de plata o alimentos. La donación de horas de trabajo también es importante porque la tarea es intensa», afirmó.

Para ello pidió que quien lo desee envíe un e-mail a banco-dealimentobalcarce@gmail.com.