"Me llena de ternura ver como les brillan los ojos a hijos de adictos cuando ven a su papá reestablecido"

"Me llena de ternura ver como les brillan los ojos a  hijos de adictos cuando ven a su papá reestablecido"

Mauro Russo, mentor de la obra teatral "Los Scarpatti"

El tema de las adicciones es enfrentado de diversas maneras. Una de ellas, a través de la obra teatral "Los Scarpatti", a cargo de un referente local de la religión evangélica que hace más de una década trabaja en este aspecto e interpretada por siete artistas locales. Si bien en la misma no se menciona específicamente el tema, se apunta en su desarrollo al núcleo familiar, al cual el creador de esta propuesta sindica como el principal responsable de que un chico puede llegar a la droga. "Yo no atribuyo algo de culpa a la familia sino toda la culpa", señaló.

Hace algún tiempo, Mauro Russo cursó en Mar del Plata estudios de actuación y le agregó además una base de dirección teatral, para posteriormente ampliarse y hacer frente a la carrera de Operador Terapeuta en Adicciones, dentro de la Comunidad Evangélica en Capital Federal en un espacio denominado Catedral de la Fe, lugar donde luego fue citado ya en calidad de profesor y más adelante convocado para integrar la comisión directiva.

"Yo era católico, la madre de mi papá era evangélica y siempre me llamó la atención la iglesia evangélica, hasta que un día fui y me quedé. Me llamó la atención la liturgia, la forma en que se acercaban a Dios que para mí era desconocida, todo eso me entusiasmó porque era lo que yo estaba buscando", contó a El Diario.

Después se acercó al liderazgo de la iglesia, realizó los respectivos exámenes y hoy en día y desde hace un largo tiempo es ministro ordenado de la Iglesia de Dios. Se encuentra al frente de un grupo que se llama "Célula", con cuyos integrantes martes por medio comparte la lectura de la Biblia, hablando de una reflexión cada día de encuentro. Y en ese marco, muchas de las personas que allí concurrían tenían graves problemas de adicciones y personalmente él sentía carecer de las herramientas para ayudarlas, por lo cual se volcó a la capacitación individual, hizo el curso de Operador Terapeuta en Adicciones con Orientación Espiritual y comenzó a respaldar con mayores convicciones su labor.

Y pareció hallar su espacio, sentirse plenamente reconfortado: "me llenó, encontré mi lugar porque a mí me encanta poder ayudar a las personas, especialmente a los que tienen problemas de adicciones. También a los padres, que vienen desesperados, porque por lo general viene la familia, aunque si viniera el adicto sería lo ideal. Inicialmente nosotros asumimos una suerte de paternidad con el adicto, una especie de compromiso y tratamos de ganar su corazón. Todo adicto tiene su génesis, la adicción tiene su génesis en la familia. Un adicto puede llegar a consumir porque faltó algo en la familia o porque hubo sobreprotección. Mi rol es describir en qué lo puedo ayudar, qué es lo que faltó o dónde está el agujero en su corazón".

POR UN LARGO CAMINO

Al abordar el tema de los resultados que se obtienen con las personas adictos, Russo primero destacó que la participación desde su lugar siempre ayudó y sumó para mejorar o revertir la situación, pero sin dejar de admitir que en determinados momentos existe un alejamiento que a veces es muy prolongado, por lo cual ese trabajo se ve entorpecido o no logra alcanzar el objetivo final.

"Este es un camino de años, siempre fue positiva nuestra intervención, de eso no tengo dudas. Pero hay veces que uno quiere ayudar y esa persona por ahí se retira por unos años y después vuelve peor que antes, pero vuelve. He tenido gente que por unos ocho años no me hablaron y después vinieron desesperados, esa es la oportunidad para intervenir"

Por eso, a largo plazo vuelve a sentirse reconfortado porque aparece una nueva ocasión para brindar una mano, para intentar reorientar a quien acude en busca de ayuda porque la situación lo supera y, además, se da cuenta que está haciendo daño a sus seres queridos. "Yo creo que es tan interesante lo que hacemos y lo que se logra porque cambiamos la vida de esa persona y de su familia. Me llena mucho de ternura ver a los hijos de los adictos como les vuelven a brillar los ojos cuando ven a su papá reestablecido, con trabajo, diciéndoles que los ama y que lo perdonen. Eso llena todo el vacío que puede ocasionar los ocho años que hace que se retiraron", añadió.

"LOS SCARPATTI", LA OBRA

La obra teatral ideada por Mauro Russo surgió porque tras una charla de prevención que brindó hace varios años en el Teatro, la cual se extendió por espacio superior a una hora, lo hizo replantear si la ayuda vendría por ese o por otro lado, lo cual inmediatamente lo trasladó a pensar en el arte, o sea a involucrar todo en una obra y trabajar con ahínco en lo que es la familia.

A partir de ahí nació "Los Scarpatti", con siete artistas en escena, que muestra en principio una familia que no tiene comunicación entre sí, luego aparece un núcleo familiar donde existe la sobreprotección y termina con el ideal de familia.

"Suena raro, porque el que va a ver la obra no llega a pensar en ningún momento que es sobre la prevención de las adicciones. Porque son principios, pero principios que funcionan, en ningún momento se habla de drogas, ni de religión, sino que son familias que hacen reflexionar fuertemente y más de uno se fue con lágrimas en los ojos repensando su rol de padre o madre", destacó su mentor.

Los actores que suben al escenario son todos locales, algunos de ellos pertenecen al polo evangélico y otro no, pero cultivan entre todos una relación de amistad. Y ya se preparan para salir fuera de las fronteras de la ciudad, porque desde Ayacucho llegó una propuesta para presentarla en abril, en dos fechas distintas en ese mismo mes, aunque teniendo en cuenta que primero actuarán en el Teatro Municipal de Balcarce.

RESPUESTA DE LA GENTE

"La gente me conoce y saben que soy cómico, por eso les llamó la atención que la obra fuese de drama. Pero es un mensaje que pega muy fuerte a las familias, muchos nos han agradecido, otros se fueron impactados, pero nos llamó la atención cuando terminó la obra porque normalmente uno se queda con el aplauso, pero en este caso aplaudieron, después se pusieron de pie y empezaron a gritar. Así que fue como una coronación de algo que realmente no esperábamos. La repercusión fue mucho más grande de lo que imaginábamos", reflejó.

En la ocasión no se cobró entrada, sino que se solicitó al público que acercara un alimento no perecedero para ser donado luego a la Sociedad de Protección a la Infancia.

Y en materia de presentaciones, el año pasado hubo actividades en Mar del Plata y Lobería, pero como uno de los artistas trabaja en el campo, el verano es algo complicado para mostrar la obra. "Nos estamos armando bien para poder salir en el invierno", mencionó Russo.

Sus actuaciones no se circunscriben a iglesias o lugares relacionados con la religión evangélica, ya que la propuesta está orientada para el teatro, según dejó ver. Y la misma es muy apreciada también: "por ejemplo la secretaria de quien está a cargo de Cultura en Ayacucho es escenógrafa y le encantó la propuesta, el contenido. Y el director de Cultura de allá es productor teatral y también le encantó la temática abordada".