Mariano del Rosso, un artista del sonido

Fue en el año 2005 cuando Mariano del Rosso decidió ampliar su horizonte profesional como sonidista, pasión que heredó de su padre "Chiche", quien se ganó ese apodo en alusión al personaje de la historieta de Disney en la década del sesenta por destacarse como inventor. Fue entonces cuando desembarcó con 20 años recién cumplidos en Capital Federal, donde amplió la frontera del conocimiento y el negocio familiar.

En numerosas salas teatrales, festivales nacionales, provinciales y regionales, y en giras de reconocidas bandas musicales, Mariano es el responsable, detrás de su consola digital, con cientos de botones y pantallas, de manejar los sonidos según su oído pero también a partir del aporte de los músicos o actores.

Como informara El Diario, el último lunes por la noche, este balcarceño de 33 años disfrutó de un momento inolvidable como lo fue haber recibido el premio Hugo, la máxima distinción que se entrega a nivel nacional a las producciones teatrales. En este caso, Mariano, por consideración del jurado, ganó la afamada estatuilla en el rubro "Mejor diseño original de sonido" por su trabajo en la obra "Hombre viajando en taxi" que se ofreció en el Teatro San Martín en 2016, dirigida por Ricky Paskus y con la participación de Christian Sancho, Walter Bruno, Nahuel Mutti y Martín Urbaneja, entre otros.

En esta octava edición de los reconocidos premios Hugo, el balcarceño compartió el rubro con Eugenio Mellano Lanfranco (El pacto), Germán Brusella (Bossi Master Show) y Gastón Briski (Lord).

DE AQUÍ PARA ALLA

Mariano estuvo apenas unas pocas horas en Capital Federal. Fue para participar de la ceremonia. Venía de Chile y a las pocas horas tomó otro avión que lo depositó en Centroamérica acompañando a Diego Topa, uno de los popes del género infantil y figura de Disney Channel, brindándole sonido en el marco de una gira que se extenderá por espacio de un mes.

Feliz por el premio recibido, el sonidista jura que no se lo esperaba "Estaba en la terna con los mejores en el rubro. Este es un género muy complicado, en especial el dedicado al teatro porque tenés que trabajar con 20 ó 25 micrófonos a la vez. Y en espectáculos musicales es mayor el número. Esta actividad requiere de muchos ajustes porque se tiene que entender claramente lo que dice cada uno de los protagonistas en las obras", explicó.

Semanalmente, la empresa de Del Rosso debe abocarse al sonido de entre 40 y 50 obras en distintas salas. "Como proveedores de este servicio, trabajamos con tecnología de última generación. Es la única forma de hacerlo con precisión para que se luzca el espectáculo y el público pueda disfrutarlo", afirmó.

A diferencia de su padre "Chiche" y de su hermano Alejandro, que ofrecen sus servicios en distintas realizaciones, entre ellas los shows musicales, a Mariano lo atrapó el teatro. Y es en este rubro donde acaba de conseguir tan trascendente distinción.

De tal palo…