Los hermanos fueron unidos…y campeones
Carlos y Santiago Lantella llegaron al premio «Coronación» de la Monomarca del Atlántico con una ventaja que hacía que pocos dudaran de que el título 2018 de la especialidad se les pudiera escapar. Pero son carreras de autos y hasta que no cae la bandera de cuadros nada está dicho. Y no hubo sorpresas. El Fiat 128 atendido por la familia Lantella soportó a pie firme el lastre acumulado a consecuencia de buenos resultados, dio pelea en ambas finales y ya al término de la de los titulares, el noveno puesto de Carlos en el autódromo de Mar del Plata les otorgaba el campeonato.
Quedaba la segunda parte del fin de semana, con Santiago peleando la punta de la final de invitados, sufriendo esa diferencia de kilos con otros autos livianos, pero con un nivel competitivo permanente.
Se coronó de la mejor forma este proyecto encarado por los hermanos Lantella, que por primera vez desde que incursionan en el automovilismo deportivo corrieron en equipo.
Fecha tras fecha demostraron una gran regularidad, con un auto rendidor y la capacidad que se les reconoce a ambos en lo conductivo, fueron avanzando en el campeonato, sumando y sumando puntos. Las diferencias se fueron estirando para llegar al cierre de campeonato con un «colchón» de más de 55 puntos, con 66 en juego. Eso no fue producto de la casualidad. Fue trabajo, dedicación, profesionalidad, humildad, sin posturas estridentes, perfil bajo. En definitiva tampoco había mucho para hablar, bastaba con ver los resultados.
Santiago pudo repetir lo alcanzando en 2012 y Carlos celebró este primer halago en el ámbito del zonal del Atlántico, en una categoría que en contraposición a la mayoría de las divisionales zonales fue creciendo a lo largo de la temporada y cerró el campeonato con un balance positivo, y con buenas perspectivas para encarar el 2019.
El festejo fue todo para la familia Lantella y equipo. Seguramente la satisfacción y el orgullo para Juan Carlos Lantella, referente de otra época del automovilismo zonal, quien ha sabido transmitir a sus hijos sus enseñanzas, en lo deportivo manejando y preparando autos de carrera, y, lo principal, en lo humano, siendo buenas personas y que sus logros merezcan el reconocimiento de sus pares y del público en general.
Balcarce sumó otro título, de la mano de los hermanos Lantella y así la ciudad volvió a estar en el primer plano del deporte motor en la región.
