Los guantes y el travesaño ejes de una charla muy futbolera

Los guantes y el travesaño ejes de una charla muy futbolera

Raúl Lana, defendiendo el arco de Deportivo Mitre en la década del 80 -

Desde el 2013, todos los 14 de abril se celebra el Día Internacional del Arquero en conmemoración al nacimiento del colombiano Miguel Calero ya que fue el futbolista con más partidos jugados en la historia, 945. Sin duda el puesto de arquero es uno de los más discutidos en un equipo y uno de los más complicados, ya que tiene que estar atento a todo y una fuerte responsabilidad en cada una de las atajadas.

Los cuerpos técnicos de los equipos han empezado a utilizar entrenadores de arqueros ya que consideran que se tiene que trabajar en aspectos diferentes al resto de los jugadores.

Para recordar este día dialogamos con dos ex arqueros que fueron muy importantes en su trayectoria y hoy siguen ligados al fútbol, ya que uno integra el Tribunal de Disciplina de la Liga Balcarceña y el otro sigue muy ligado al puesto, ya que comparte la conducción de una escuelita de fútbol junto con Carlos Latorre; tales son los casos de Raúl Lana y Eduardo Bibbó respectivamente. Asimismo conversamos con Marcos Jáuregui, hijo de un reconocido arquero y actual jugador del Club Boca Juniors. Fue una charla muy futbolera donde todos coincidieron que el puesto de arquero es algo que se siente y que genera una gran pasión en el momento de colocarse los guantes y pararse debajo del travesaño.

«A mi la posición de arquero me gustaba, yo empecé a los 16 años atajando, antes jugaba de marcador de punta o delantero pero siempre me gustó estar en el arco, no era algo difícil sino que lo tomaba como algo natural porque me gustaba mucho atajar y más en los partidos que eran oficiales, es decir con público por el torneo, en cambio ir a con amigos para jugar un partidito entre nosotros no», afirmó nostálgico Raúl Lana.

Marcos Jáuregui coincidió bastante con lo relatado por Lana sobre lo que significa desempeñarse en el puesto de arquero, «creo que es pasional, de una inmensa responsabilidad y para aceptarla la única explicación es la pasión y el amor por el puesto. Si sos arquero no podés ser otra cosa. Creo que no se elige, ya viene escrito. Jugué hasta los 15 años de central, con la posibilidad de ir a equipos de AFA pero un día me levanté y dije, quiero atajar. Puede ser porque mi papá fue uno de los mejores arqueros de la ciudad o simplemente porque lo sentí así, él nunca me incentivó a ir para ese lado, siempre me dejó elegir, hasta me preguntó si estaba seguro y me marcó todas las «contras» al elegir el puesto, pero acá estamos».

En tanto Eduardo Bibbó resaltó: «El arquero tiene un responsabilidad muy importante en un equipo, pero los que elegimos estar con los guantes puestos tenemos mucha pasión por esa posición, porque tratamos de prepararnos de la mejor manera y a veces es complicado cuando atajaste muy bien los 90 minutos y el árbitro adicionó dos más y te convierten un gol, por eso uno tiene que trabajar mucho lo mental porque sentís que tenés mucha responsabilidad en los goles, pero además hay que ser fuerte mentalmente para poder salir rápido de cualquier situación».

ARCO=PRESION

Sin duda uno de los puestos más complicados y con mucha responsabilidad adentro de la cancha es el de arquero, pero no solo por que es quien puede salvar o no a su equipo evitando que le conviertan goles, sino porque la cabeza en ese puesto puede jugar un papel muy importante y determinante, ya que al momento de ponerte los guantes y ser el último hombre del equipo genera muchas presiones que si no se trabajan puede ser contraproducente en los 90 minutos de juego.

«Antes no se trabajaba el aspecto psicológico, por eso tenias que ser fuerte vos mismo, dependiendo de la personalidad de cada uno y de su fortaleza. En cambio hoy en día los planteles trabajan con psicólogos deportivos que lo hacen a través de la neurociencia y ayuda a que los jugadores estén más concentrados en la tarea que tienen que desempeñar adentro de la cancha. Por eso la parte mental para mi se tiene que trabajar continuamente, tanto como lo físico porque es igual de importante», expresó Eduardo Bibbó.

Mientras que Lana subrayó que la presión hay que superarla y saber convivir con ella durante un partido y que siempre va a estar pero que todo depende del jugador, «la presión siempre la sentís y es lógico que se sienta pero se la tiene que superar porque sino jugaría cualquiera en este puesto y acá juegan los que superan esa presión. Cuando entrenábamos yo notaba que muchos chicos estaban perfectos pero llegaba el momento del partido y se le cambiaba todo porque no superaban la presión. Siempre va a estar porque se siente, se sufre y te das cuenta cuando termina un partido porque no corriste pero terminabas re-cansado».

«La presión nuestra es mayor ya que un error al ser el último en la línea defensiva es prácticamente un gol, aunque depende de la situación de juego, pero en un 90% termina en gol. Por lo tanto en el momento de nuestra intervención la posibilidad de error debe ser mínima, en eso va la mejor preparación.Pero no quiere decir que sea difícil, sino que la preparación tiene que ser mayor.

Hoy en día un arquero tiene que tener una preparación similar a la de un jugador de campo para controlar el balón, mas la preparación especifica; la responsabilidad es mayor, un error es 90% un gol; la atención durante el juego es mayor, una falta de atención puede derivar en un error; la tolerancia al fracaso tiene que ser mayor también, ya que casi siempre es responsabilidad del arquero si se pierde un partido por un error, aunque éste no sea demasiado grosero y así te puedo enumerar un par de cuestiones mas».

ATRIBUTOS PARA UN BUEN ARQUERO

«Tiene que tener personalidad, confianza, visión para leer la jugada para anticiparse a ella, reflejos, ser ágil y seguro, por eso hoy en día se le da mucha importancia al arquero y se lo trabaja mucho más. Casi todos los planteles tienen entrenadores de arqueros, eso te ayuda un montón a crecer en el puesto y antes no se trabajaba tanto, va también en las condiciones naturales igual que un jugador, por eso la forma de entrenar cambió y ahora es mucho más especifico y la tecnología ayuda muchísimo, con el video análisis en los cuerpos técnicos porque ayudan a ver los errores y corregirlos, tanto como las virtudes para destacar, además de los materiales de trabajo que hay hoy en día.

Yo no creo que antes era más difícil ni ahora es mas fácil, solo que antes uno trabajaba con sus recursos, lo que si desde el momento en que yo jugaba a la actualidad el reglamento ha cambiado un poco pero no creo que influya en el desempeño. Lo único que hoy al arquero se lo trata como un jugador de campo más, porque se le pide que juegue más con los pies», destacó Bibbó.

En cambio para Lana la principal característica de un arquero es «la seguridad y la tranquilidad, después físicamente tenés que estar muy bien y cada uno siempre se tiene que ir perfeccionando. En mi caso yo siempre miraba los partidos por televisión porque me gustaba copiar algunas técnicas de otros jugadores y perfeccionaba muchas cosas que hoy la tecnología resuelve y ayuda muchísimo a los arqueros, porque hoy te pasan una imagen y vos vas a trabajar sobre eso, por ejemplo yo en un mano a mano no salía afuera del área para esperar al delantero, sino que me quedaba más o menos en el punto del penal porque con las manos podía achicar el arco, pero bueno, eso requiere mucha técnica y hoy la tecnología ayuda bastante a perfeccionar este tipo de jugada».

ANECDOTAS

Al preguntarles si recordaban algún momento en particular que hayan vivido, Raúl Lana expresó «hay un partido que no me lo olvido más y me quedó grabado porque perdimos; habíamos ido a jugar con América de Lincoln en el ’84 con la selección de Balcarce, teníamos un muy buen equipo porque habíamos eliminado a Mar del Plata, Miramar y acá le habíamos ganado, fuimos a jugar allá en una cancha donde nos «bombearon» un montón y perdimos el partido, pero fuimos a penales donde atajé dos pero nosotros erramos tres y erró gente que nunca había errado un penal, fue muy triste volver en el colectivo y eso me quedó grabado por siempre. Además por supuesto recordar los partidos que ganamos, como por ejemplo cuando salimos campeones en el ’74, es el momento de felicidad y al otro día seguís por que el fútbol es así».

Por su parte Eduardo Bibbó nos contó dos momentos muy importantes en su carrera deportiva, «recuerdo una final en el Estadio Municipal, fue una noche en el año 1998, yo jugaba en el Club El Riojano en cuarta división, el técnico era el «Pato» Castro, con mis compañeros y amigos de ese equipo no dejamos de recordar esa final porque a mi me marcó mucho y no es porque salimos campeones sino por lo que se vivió, porque en el fútbol hay tres resultados posibles perder , ganar o empatar, pero esa vez nos tocó ganar a nosotros. Otro de los recuerdos inolvidables fue cuando debuté en Primera con el Club Riojano en 1996, fue un partido en el Estadio contra Amigos Unidos, yo estaba como suplente y me tocó entrar porque el arquero titular Walter Pomares se lesionó y me tocó a mi defender los clores de `el rioja’».

En cambio Marcos Jáuregui nos comentó sobre las charlas con su padre Alberto, ex arquero y resaltó «obvio que hablamos de fútbol y de los arqueros, pero no hablamos de arqueros en especial, pero si de situaciones y qué movimientos realizaron, si para nosotros fue correcto o no y en caso de haber terminado en gol, cual hubiese sido la decisión mas acertada. Aunque sentado y mirándolo de afuera o en una pantalla la perspectiva es muy diferente al estar en el campo de juego.

Yo soy muy feliz de tenerlo porque que me siga entrenando uno de los mejores del puesto mas difícil del deporte, que jugó contra todos los grandes como Fillol, Pasarella, «Pinino» Mas, entre muchos de la época que venían a jugar al Estadio, es increíble y sobre todo porque compartimos tiempo y pasión juntos y eso para mi no tiene precio.

Una de las mejores anécdotas que tengo con él fue cuando jugamos el partido despedida de ‘Gaby’ Erbity y lo hicimos en contra en el Estadio, recuerdo que ese día le gritaban para que le deje hacer un gol a «Gaby» y no quería saber nada y eso me quedó grabado porque fue algo muy lindo y que no me lo voy a olvidar nunca, el poder haber compartido cancha con mi papá».

Los guantes y el travesaño ejes de una charla muy futbolera