Incesante y multitudinario desfile de fieles hubo en San Cayetano

Incesante y multitudinario desfile de fieles hubo en San Cayetano

Las devoción por el santo patrono del pan y el trabajo volvió a ponerse de manifiesto en el día de ayer en que durante toda la jornada hubo una afluencia masiva de fieles que se acercaron a la capilla de avenida Eva Perón y calle 118 para rendirle tributo a San Cayetano en su día.

La capilla estuvo abierta desde las 7 hasta las 23 siendo constante la peregrinación de gente que se acercaba para orar agradeciendo o pidiendo por pan y trabajo.

Los momentos de mayor afluencia de adeptos se dieron en los horarios en que hubo oficios religiosos; a las 11,30, 15 y 20 horas.

Antes de la misa de la tarde se realizó la tradicional procesión desde la capilla por avenida Eva Perón hasta Caseros retornando al santuario, la que fue acompañado por cientos de personas.

En las homilías, el Párroco Pablo Bosisio dio lectura al mensaje que el Papa Francisco escribió a Monseñor José María Arancedo, presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, por la fiesta de San Cayetano, en la que habla de la importancia del trabajo ya que "nos confiere dignidad".

"Recuerdo conmovido los 7 de agosto en Buenos Aires. La Misa en el Santuario de Liniers y luego el recorrido de la cola de la gente hasta el Estadio de Velez. Saludar, escuchar, acompañar la fe de ese pueblo sencillo... y tantas veces, ante la angustia de hombres y mujeres que quieren y buscan trabajo y no encuentran..., sólo atinaba a un apretón de manos, una caricia, mirar esos ojos humedecidos de dolor, y llorar dentro. Llorar sí, porque es duro cruzar la vida con un padre de familia que quiere trabajar y no tiene posibilidad de lograrlo", señala el Santo Padre añadiendo: " A San Cayetano pedimos pan y trabajo. El pan es más fácil conseguirlo porque siempre hay alguna persona o institución buena que lo acerca, al menos en Argentina donde nuestro pueblo es tan solidario. Hay lugares en el mundo que ni esa posibilidad tienen. Pero trabajo es tan difícil lograrlo, sobre todo cuando seguimos viviendo momentos en los cuales los índices de desocupación son significativamente altos. El pan te soluciona una parte del problema, pero a medias, porque ese pan no es el que ganás con tu trabajo. Una cosa es tener pan para comer en casa y otra es llevarlo a casa como fruto del trabajo. Y esto es lo que confiere dignidad".

"Cuando pedimos trabajo estamos pidiendo poder sentir dignidad; y en esta celebración de San Cayetano pedimos esa dignidad que nos confiere el trabajo; poder llevar el pan a casa. Trabajo, esa T (que junto con las otras dos T: Techo y Tierra) está en el entramado básico de los Derechos Humanos; y cuando pedimos trabajo para llevar el pan a casa estamos pidiendo dignidad", añadió Francisco en otra parte del mensaje que fue enarbolado como bandera de la celebración.