Despertar violento

Despertar violento

Cuarenta y ocho horas después de que Dora Aduccio, de 82 años, fuera víctima de un violento robo en su propio hogar mientras descansaba, la triste historia se repite.

Otra vez la inseguridad tiene en jaque a los adultos mayores después de la sucesión de casos que se registraron a finales del año pasado y en enero.

Esta vez le tocó a un conocido matrimonio vivir una verdadera pesadilla en plena madrugada.

Un tremendo ruido despertó ayer a Haydeé Rojas de Vismara, jubilada, alrededor de la 1:30, mientras descansaba en su casa de calle 15 número 817, entre 24 y 26, junto a su esposo, Héctor «Pirolo» Vismara, de 84 años.

Su primer impulso fue levantarse y dirigirse a la cocina para saber qué había sucedido.

La sorpresa fue mayúscula. Cuando abrió la puerta, dos delincuentes, con sus rostros semicubiertos para no ser identificados, se abalanzaron sobre ella. Le habían destrozado la puerta que se comunica con el patio.

VIOLENCIA Y AMENAZAS

«Me tomaron de ambos brazos y me arrastraron hasta la habitación mientras me amenazaban para que no gritara. Lo único que les pedí es que no le hicieran nada a mi marido ni a mí», contó angustiada la mujer, acompañada por su vecina Olga Forte, quien junto a su esposo, el exintendente Carlos Alberto Erreguerena, la auxilió luego de que escaparan los ladrones.

Con las marcas visibles en sus brazos por la inusitada violencia ejercida por los desconocidos, Haydeé trataba de no quebrarse emocionalmente y poder sobrellevar de la mejor manera el difícil momento.

«Esta pesadilla duró al menos una hora. Revolvieron todo en busca de objetos de valor y dinero», contó.

Los malvivientes, señaló, se apoderaron de alianzas de oro y cadenas, parte de las cuales tenían un alto valor sentimental, teléfonos celulares y una pequeña suma de dinero.

«Lo único que le pido a la Policía es que detenga a los ladrones. Ellos tienen que saber quiénes son los que actúan de esta manera. Queremos vivir en paz», suplicó Haydeé a El Diario.

Personal de la Estación de Policía Comunal y de Científica tomaron intervención en el hecho.

Se pudo determinar que el peligroso dúo accedió a un patio trasero de la vivienda propiedad de la familia Vismara saltando un paredón lindero que, en su parte superior, tenía colocado restos de vidrios precisamente para evitar el ingreso de ladrones. Por lo visto, ni esa previsión sirvió para impedir que ingresaran.