Desagradable sorpresa

Desagradable sorpresa

Nada hacía pensar al estacionar el automóvil frente a su vivienda que segundos más tarde descubrirían que serían víctimas de un hecho lamentable, uno más de los registrados en las últimas semanas y que ha vuelto a poner en el tapete el tema de la inseguridad. De hecho, la semana pasada un grupo de vecinos se autoconvocó para pedir medidas preventivas concretas en la zona de avenida Cereijo y calle 10.

EL HECHO

El sábado por la mañana, el matrimonio Imaz se ausentó de su vivienda ubicada en la calle 13 entre 28 y 30 para a visitar a familiares. Regresó anteanoche, alrededor de las 21. Y fue con sorpresa, lamentablemente.

"Cuando arribamos a nuestra casa con mi marido, desde afuera se veía todo normal. Estaba colocado el candado en el portón de acceso. La ingrata novedad fue cuando entramos al living. Había un desorden tremendo allí como también en otras dependencias, entre ellas las habitaciones", comentó angustiada "Meni" Imaz a El Diario.

Nada estaba en su lugar. Los placares directamente fueron vaciados y las prendas de vestir, calzados y otros objetos esparcidos sobre las camas y el suelo.

La reacción inmediata fue dar aviso a la Estación de Policía Comunal. En pocos segundos arribaron tres patrulleros y más tarde lo hizo un perito de Científica.

TODO CALCULADO

Por la manera en que los desconocidos se desplazaron y actuaron dentro de la propiedad, según contó "Meni", no fueron "improvisados" en la materia.

El intento inicial, luego de saltar un paredón, para ingresar al living fue violentando una reja de seguridad colocada en una de las ventanas exteriores utilizando para ello un elemento metálico contundente. Pero la abertura realizada no los convenció por lo que cambiaron de planes. Así fue como utilizando un balde consiguieron trepar al techo, se desplazaron sobre el y descendieron a un patio interno, previo inutilizar la conexión de la alarma.

Aquí el modus operandi fue similar y, lamentablemente, con el resultado esperado para los delincuentes porque forzaron y consiguieron abrir una puerta de reja y después, con delicadeza, retirar el vidrio de otra de madera por la que finalmente entraron a la finca.

Aún conmovida por lo sucedido, "Meni" tiene el pleno convencimiento que los desconocidos tenían un solo objetivo: apoderarse de dinero. "No lo había. Fue por eso que incluso llegaron a hacer una abertura en el cielorraso de la cocina pensando que podría estar escondido en algún hueco. Dejaron otros objetos de valor que había en la casa como una computadora, por ejemplo", relató.

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