Desafíos de la agricultura y las rotaciones de cultivos

Desafíos de la agricultura y las rotaciones de cultivos

El investigador Fernando García (Unidad Integrada Balcarce) admitió que se espera que para el año 2050 se incremente en un 70 por ciento la demanda de alimentos. Por tal motivo, durante el desarrollo del Simposio Fertilidad 2017 en Rosario, bajo el lema "Más allá de la próxima cosecha", planteará como tema "Los desafíos de la agricultura".

García considera que ese aumento en la demanda de productos agrícolas obedecerá, principalmente, al crecimiento poblacional y al mejoramiento de la calidad de la dieta por incrementos en el poder adquisitivo.

"El gran desafío que hoy enfrentamos es satisfacer las futuras demandas de productos agrícolas y reducir simultáneamente el impacto ambiental", destacó Andrade. Específicamente, señaló que la fertilización de los cultivos contribuye hasta alrededor del 50 por ciento de la producción agrícola en Estados Unidos y Europa, e incluso más en algunos países tropicales; aunque en regiones menos desarrolladas, especialmente de Africa y América Latina, el uso de fertilizantes es aún bajo, y representa un factor determinante de los bajos rendimientos.

"No obstante, esta tecnología de insumos debe ser cuidadosamente complementada con tecnologías de procesos que mejoren la eficiencia de uso, ya que la utilización de fertilizantes ha alterado el flujo de los elementos en la naturaleza y causado contaminación en muchos casos. Deberán considerarse también las interacciones y posibles efectos compensatorios entre dichas prácticas y sus interacciones con el ambiente", subrayó Andrade.

RECOMENDACIONES

Durante la misma jornada, Fernando Salvagiotti (INTA Oliveros), Maríana Verónica Sauer (INTA Las Breñas), Alicia Irizar (INTA Pergamino) y Romina Fernández (INTA Anguil) discutirán, desde sus perspectivas regionales, recomendaciones para decidir las mejores rotaciones en cada zona.

"Cuando se pretende ejecutar sistemas de intensificación productiva sostenible en agricultura se deben incluir, entre otros, al sistema de siembra directa y a las rotaciones, y conocer cómo funcionan los planteos en cada situación agroecológica, cómo se afectan los procesos y en qué magnitud pueden ser alterados sin afectar la capacidad de restauración de sus propiedades y funcionalidad. En este sentido, en las EEAs de INTA funcionan más de 50 ensayos de largo plazo que proporcionan información relevante de numerosos parámetros físicos, químicos y biológicos de los suelos", resaltan los especialistas.

"Cada región en la que trabajamos presenta diferentes suelos, condiciones climáticas, potenciales, problemas y limitantes productivas. Sin embargo, todos enfrentamos el mismo desafío del monocultivo, especialmente de soja, que, en comparación con casos rotados, no genera beneficios para el agro-ecosistema, sino que incluso lo degrada", destacaron los profesionales.